Arantxa Fernández. Arquitectura y Paisajismo.

Diálogo 7

EL JARDÍN DE MIS AMIGOS.

Releyendo a Penelope LivelyVida en el jardín de Impedimenta, me doy cuenta de que en mi jardín hay mucha vida. 

Los jardines de antes se construían poco a poco, un buen diseño de estructura y una buena red de amigos y vecinos a los que pedir esquejes; así que un jardín maduro está lleno de la vida de tus amigos y vecinos. ¡Qué idea tan poética! Un jardín es eso, ¿verdad? Un lugar de reencuentro con la Naturaleza, con los sentidos y las emociones, otro mundo…

Gracias a Penélope y su libro, que por cierto me lo regaló un querido amigo, salgo a recorrer mi pequeño jardín y ¡sí que tiene vida!

Los iris germánica, hierba del príncipe y acantos que me traje del hotel rural de mis amigos portugueses; la muehlenbeckia que me trajo mi nuera se extiene graciosamenre bajo el Cercis; las begonias de la abuela de mi amigo de Orense; los allium y las escabiosas que me ha regalado la dehesa andaluza y el Guadiamar, mi río; la rana de cerámica de mi amigo del alma; el geranio de la mismísima casa de ¡Blas Infante! un regalazo; el aguacatero de mi yerno; el orégano francés de mi hermana; las violetas de mi vecina; la paloma; las lavandas que planté con mi amiga artista, el pelargonium raro que me trajo mi hijo pequeño de un evento de plantas; la retama de un jardín que he diseñado en plena duna onubense y el limonero que salvaron mis hijos de una muerte segura en maceta y que trasplantamos en plena pandemia, ¡hoy está lleno de limones! Podría seguir…

Mi jardín se ha ido llenando de las relaciones con mi mundo emocional, por eso me gusta tanto estar en él, todo tiene sentido y significado.

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